UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA.
COLEGIO REINO DE HOLANDA IED
CAPITULO 1
1. Teoria General de Sistemas.
Desde que el hombre aparece sobre la tierra su objetivo, no siempre explícito, consiste en dominar ese Universo, para lo cual debe en primer lugar comprenderlo. Esa comprensión se ve limitada por la propia capacidad del hombre y de sus medios, de forma que todo objeto, toda parte del Universo que somete a su observación y estudio es asimilada por él creando una imagen o modelo del objeto, del entorno y de la relación entre ambos. Es decir, creando un sistema y como es claro que, pese a la televisión, cada hombre tiene una forma particular de percibir la realidad, podemos decir que los sistemas no existen en la naturaleza, sólo existen en la mente y en el espíritu del que los crea. ¿Le parece que la frase anterior en negrita es tan solo una típica frase redonda? En primer lugar, si ha creído que soy el autor de tan lapidaria afirmación le doy las gracias por el alto concepto que se está formando de mí, pero se equivoca, ya que su autoría corresponde a Claude Bernard, un ilustre médico y pensador francés del siglo XIX, y en segundo lugar me dispongo a combatir su incredulidad pidiéndole que se ponga el disfraz de sumiso ciudadano y siga mis instrucciones al pie de la letra. En la página (¡no mire todavía!) hay un objeto, un dibujo, que usted va a observar cuando yo se lo indique y va a identificar. Mire ahora y diga qué es lo que ve.
Aunque hay personas que hacen las identificaciones más insospechadas, la mayoría observa bien a una anciana, bien el perfil de una hermosa joven ataviada según la moda de comienzos del siglo XX: el ojo, la nariz y la boca de la primera son la oreja, la mandíbula y la gargantilla de la segunda. Este dibujo, cuyo autor es un dibujante inglés de comienzos de este siglo, ha aparecido en múltiples textos y artículos para ilustrar la conexión entre las palabras “modelo y sistema”. Con el sistema que usted acaba de crear al analizar este objeto, y con todos los que haya podido crear y creará al analizar otros objetos, usted, al igual que cualquier otra persona, no puede pretender introducir un orden en ese Universo a partir de los sistemas creados, sino más bien estructurar su propia mente, a fin de dar un sentido a las cosas y a la vida. En este orden de cosas es notable observar como el avance tecnológico no implica esa visión global del Universo que propugna la Teoría General de Sistemas. La antropología y la historia nos enseñan que los pueblos más primitivos, por muy rudimentaria que fuera la tecnología que utilizaban, tenían una visión global del Universo, en el que ellos jugaban un cierto papel, que en muchos casos era el de víctimas de fuerzas desconocidas, pero siempre activo y dotado de finalidad. Las diferentes concepciones sobre el Hombre y el Universo desarrolladas por los filósofos griegos, con independencia de la escuela que fundaran o a la que pertenecieran, tienen en común una perspectiva integradora y globalista, que integraba en un todo los hombres, el universo físico y las ideas. Las grandes religiones monoteístas y los humanismos que, nacidos algunos de ellos hace ya mas de tres mil años, han tenido una mayor influencia en la evolución del hombre y de la sociedad, se caracterizan también por esta visión global, de la que participaba toda la sociedad. Todo tenía un sentido, todo se explicaba, aunque ahora estemos en condiciones de saber que muchas de las explicaciones eran incorrectas. Desde la perspectiva de la Teoría General de Sistemas, la Edad Media no es la edad obscura por antonomasia. Es notable que en nuestros tiempos sólo hayamos sido capaces de matizar estas concepciones cósmicas tan antiguas, y en algunos casos, lo que no es poco, llevar a la práctica algunos de sus más nobles planteamientos. En una reflexión personal, aunque supongo que no muy original, percibo que en la base de todos estos planteamientos pre-renacentistas subyace en todo caso un profundo pensamiento filosófico y, lo que para un profesor de una Escuela de Ingeniería es preocupante, muy poca tecnología. Quizás haya un punto de esperanza en que, si bien a una época “filosófico-científica” ha seguido una época “tecnológica”, que es la que nos corresponde vivir ahora, da la impresión de que en nuestros tiempos se está produciendo una rebelión de los pequeños y hastiados subsistemas que somos cada uno de los seres humanos, contra el actual sistema de relaciones sociales, demasiado apoyado en factores reduccionistas y en exceso tecnológicos y tecnocráticos, que a muchos nos parece está ahogando y destruyendo otros sistemas de valores más próximos a la naturaleza humana. Esta reacción parece conducir a un atisbo de una más razonable integración entre humanismo, ciencia, tecnología y naturaleza.
Lea el siguiente texto y reflexione brevemente sobre el. “Según un estudio de una uivenrsdiad ignlsea, no ipmotra el odren en el que las letars etsan ersciats, la uncia csoa imorptnate es que la pmrirea y la ultima ltera etsen ecsritas en la psiocion cocrrtea. El rsteo peuden estar ttaolmntee mal y aun pordas lerelo sin pobrleams. Etso es pquore no lemeos cada ltera por si msima snio la paalbra cmoo un tdoo. “Psornamelnte me preace icrneilbe… y muy inlcusilve” .
